jueves, 1 de septiembre de 2022

Primera transcripción

01/09/2022

Es una locura lo que estoy haciendo. Por eso voy a mantener mi identidad anónima. Hacer pública una verdad oculta por tantos años, traerá consecuencias serias. 

No voy a decir quién soy, porque no exagero al decirles que correría peligro mi vida si alguien me delata. Hablé con algunos de mis familiares cercanos y ellos no están de acuerdo con que haga esto. A mí no me importa nada. Voy a seguir adelante porque todos deberíamos conocer lo que voy a publicar.

Aclaro algo, apenas se sospeche quien soy, borraré este blog y quemaré el cajón con documentos que encontré.  

Todo comenzó la madrugada del primer lunes de febrero del año 2018. No andaba nadie en la calle, porque al otro día (en realidad al amanecer) era el primer día laboral del año para la administración pública y comenzaban las clases.

El banco Galicia que estaba ubicado frente a la iglesia catedral, había terminado de mudarse a otro edificio a dos cuadras de donde estaba. Frente a Colegio N°1, donde está actualmente. Yo volvía esa madrugada a mi casa después de trabajar en el parque industrial. No sé por que paré ridículamente para respetar el semáforo en rojo de San Nicolás de Bari y 25 de Mayo. 

Mientras esperaba el cambio del semáforo, vi un cajón de madera tirado al lado del contenedor con escombros que había en la peatonal. Aparentemente el banco la había dejado ahí, junto con muebles rotos y descartes de la mudanza.

Me llamó la atención. Crucé el semáforo, frené al costado de la vereda de casa de gobierno. Disimuladamente agarré el cajón y lo cargué en el baúl del auto. Fantaseaba con la idea de que había objetos de valor o dinero que el banco había tirado por error. Pero a decir verdad, me interesaba el cajón para guardar herramientas o cachivaches.

Hay cámaras en esa esquina, lo sé. Dudo que la policía guarde todavía videos del año 2018. También por eso me animo a publicar esto, porque estoy seguro que no quedó registro de esa noche.

Al llegar a mi casa, mi familia dormía. Puse a calentar un lomito que me guardaron para cenar. Mientras tanto, bajé el cajón del auto. Tuve que ingeniármelas para usar un corta fierro como palanca y no hacer ruido al quitarle las tablas clavadas. Cuando logré abrirla, encontré otra caja, pero de cartón. La abrí y adentro había una carpeta envuelta en film y ese plástico tipo burbujas. La tengo acá a mi lado en este momento. La tapa es de cuero y tiene impreso un logotipo que consiste en dos llaves cruzadas atadas con un cordón. Arriba de las llaves, un dibujo de esos sombreros que usan los obispos en algunas ceremonias, los que parecen pico de pájaro. Creo que se llama mitra. Debajo de este logotipo dice:


Archivum Secretum Apostolicum Vaticanum.

Paganismo in La Rioja, Vicereame del River Plate - Città di Tutti i Santi della Nuova Rioja, Sud America. Archiviato dal Papa Urbano VIII - Agni MDCXXVI- copia 2602/1982.

Primera interpretación y traducción del castellano antiguo a lengua moderna, año 1905. Revisión y anexados años: 1.925 – 1.946 -1.968 - 1.982 – 2.014 .


La carpeta tiene manuscritos antiguos en folios sellados. Están como plastificados y no son legibles. La letras es tipo gótica, muy dibujada y solo distingo algunas palabras. Es castellano antiguo parece. Pero cada una de los manuscrito tienen hojas anexas escritas en máquina de escribir, con la transcripción y traducción al español moderno. Hay varias notas al pie y fotos en las últimas hojas.

Los textos hacen referencia a un testamento o diario. Voy a comenzar a pasar estos textos en este blog. Que sirvan para conocer quienes fueron nuestros antepasados y entender por qué La Rioja es como es. 

Que Dios me ayude. 


Hojas 1 - 5

Malanzán, 26 de Febrero de 1.612

Voy a contar lo que he vivido en estos últimos treinta años. Voy a contar que en una maloca[1], cacé al último Chamán de Arauco. En mi memoria quedó grabada la tarde que lo quemaron vivo. Fue condenado a la hoguera porque así lo determinaba la inquisición española para los casos de brujería y herejía.

Estuvo varios días en el campamento de olivicultores, atado a un algarrobo que sombreaba un corral de cabras. No hacía falta matarlo. Intimidaba su altura y rasgos toscos, pero nunca se resistió ni mostró signos de ser una amenaza. Al contrario, conocía donde encontrar lo que habían venido a buscar los conquistadores.

Victorino Peñaloza es mi nombre. Fui Alfer[2] de la unidad los Tercios[3]. Me dieron la baja por un infortunio en el que perdí dos dedos de la mano izquierda en la guerra de Alpujarras. Después de haber sido un caballero real, por necesidad me convertí en negrero. Me involucré en este negocio gracias a árabes y portugueses que traficaban desde el norte de África.

Mis hazañas como negrero llegaron a oídos de encomenderos[4] del nuevo mundo, y una oferta de doscientas mil varas de tierra me fue propuesta por Blas Ponce. Un ambicioso inversor del sur de América. A cambio debía colaborar aportando mi oficio, pero cazando y esclavizando indígenas.

Acepté y zarpé de España un día como hoy, el 26 de febrero del año 1.580. Desde entonces, nunca más he vuelto a ver el valle de Ebro.

Al llegar a la ciudad de Santiago del Estero, comencé de inmediato con mis tareas de maloqueador. Por diez años administré Diaguitas[5] de manera cruel. Aprendí la lengua cacán[6] y gracias a esto, domestiqué en corto tiempo las encomiendas[7] que se usaron para tareas de labranzas y las que se destinaron después para una campaña minera.  

En marzo de 1.591 partimos hacia el sur de Santiago del Estero con un contingente de soldados y sacerdotes de varias órdenes católicas. En el mes de mayo fue fundada la Ciudad de Todos los Santos de la Nueva La Rioja.

No fui beneficiado en el reparto de los solares[8], porque me enviaron de regreso al norte. Hacia la zona que los nativos pronunciaban como "Aimogasta"[9]. Es un lugar árido y ventoso, pero muy fértil. Ahí se comenzó a cultivar olivos y requerían fuerza de trabajo esclava. 

Maloqueábamos en la falda de los cerros cercanos, donde había asentamientos por doquier. Los salvajes de esta zona eran altos y fuertes, pero muy mansos. Su fuerza de trabajo era comparable con la de los negros del Congo.  

Un día cabalgábamos de regreso al campamento, cuando en una loma de Udpinango[10] divisé destellos y humo que salían de una salamanca[11]. Me separé de la tropa y fui directo a aquel lugar.


(CONTINUA)


[1] Término usado por los colonos españoles del Cono Sur para designar expediciones armadas destinadas a intimidar y secuestrar indígenas de las zonas cercanas a sus poblados.

[2] Militar abanderado.

[3] Unidad militar española elite de la época de la casa de Austria.

[4] Cabeza de parte de una institución colonial llamada encomienda, un sistema laboral español que compensaba a los conquistadores con trabajo de determinados grupos de personas conquistadas; era un tipo de impuesto.

[5] Indígenas del noroeste del virreinato del Río de la Plata.

[6] Idioma natural diaguita extinguido.

[7] Grupo de esclavos indígenas.

[8] Parcela de tierra.

[9] Traducción: “Pueblo de la vuelta oscura”. Actual cabecera del Departamento Arauco, La Rioja.

[10] Localidad de Arauco, cuyo nombre significa “Bebedero de palomas”. Arauco - La Rioja. Argentina.

[11] Cueva donde brujas y demonios celebran aquelarres.

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